BARRA DE SANTIAGO. Su reconocimiento como "hijo meritísimo", otorgado el pasado octubre, poco le vale hoy. Darwin Ramírez, seleccionado de fútbol playa y cuarto lugar en Rávena, Italia 2011, vive días de angustia. Su rostro está sombrío y triste. Preocupación total. "No duermo por las noches. Mi mamá... (silencio) tampoco".
El pasado 26 de abril, una notificación del Juzgado de Paz de Jujutla, como intermediario en el caso que ha sido librado por el Juzgado de lo Civil de Ahuachapán, cambió la paz de su vida y la de sus vecinos. La orden dictaba sentencia para que desalojaran el lugar donde habitan en un lapso de 15 días (10 de mayo), ya que los terrenos donde viven ocho familias, incluida la Ramírez, tienen un nuevo propietario: Ana Carmen Chávez de Bondanza.
La noticia cayó como baldada de agua fría, ya que aunque en dos ocasiones anteriores (2006 y 2008) habían atravesado una situación similar, esta vez parece irreversible.
Darwin, quien llegó a la Azul playera para la eliminatoria de 2010, detalla: "Las escrituras antiguas decían que la señora era dueña de todo esto (señala el lugar), pero no nos abarcaba a nosotros, porque vivimos en una propiedad del Estado. Pero en las nuevas escrituras aparece que ella es dueña de donde nosotros estamos y que somos los que le cuidamos a ella y eso no es verdad".
Según la documentación anterior, el terreno del que era dueña originalmente Chávez de Bondanza "tenía 6,666.3178 metros cuadrados, pero ahora llega casi a los diez mil, incluyéndonos", confirma Maximo Hernández, quien está junto a Ramírez atravesando la misma situación, pero quien es como un líder que ha ido guiando a la comunidad en tratar de solucionar el problema.
Las personas afectadas del caserío Los Limones, en la Barra de Santiago, comienzan a agruparse. Su drama compartido los tiene con fe de que pueden salvar sus hogares.
"Tenemos un documento que dice que podemos vivir aquí hasta que nos muramos, si ya tenemos más de 10 años de residir aquí. Mi mamá (Dora Alicia Ramírez) y yo estamos desde hace 20 años en esta zona", confirma Darwin.
Ese documento es al que se han aferrado estos ahuachapanecos. "Al no tener un lugar donde residir estamos en un lugar que es del Estado. La alcaldía por eso nos otorgó esos permisos para poder vivir, no para adueñarse de la tierra porque es un bien nacional", dice Hernández.
En ese sentido, ellos buscan ampararse a que se respete ese espacio de tierra "que linda con el Océano Pacífico, porque nadie se lo puede apropiar", resalta Maximo.
"Él ha dado gloria"
Los vecinos de Darwin también están amparados a que "si se sabe que Darwin, que es un playero, está en esto se toquen el corazón y nos ayuden", sostiene Marta García, afectada y con 13 años de habitar en el lugar.
Pero Darwin se ve como uno más de ellos y quiere que "salgan beneficiados todos". "Gente de buena voluntad que se toque el corazón y nos ayude. Pedimos que no nos dejen sin el techo ni la vivienda, que son lo único que tenemos. No queremos que nos desalojen, porque ahora entramos en el término de 'condenados' y se corre el peligro de que nos lleven presos y tenemos miedo".
Por el momento, esta comunidad ha tenido apoyo sólo de la Procuraduría de los Derechos Humanos ahuachapaneca, pero les gustaría tener asesoría legal, "que un abogado también nos ayude".
Pese a la adversidad han recurrido "a una petición al Juzgado de Paz de Jujutla y al Civil de Ahuachapán para que nos podamos quedar aquí hasta el 15 de diciembre, y en ese tiempo tocar puertas".
El subcampeón en Puerto Vallarta y mundialista expresa que también ha tenido colaboración de Frank Velásquez y Baudilio Guardado, sus compañeros de Selección y quienes residen en la Barra. Además Ramírez le expuso su caso al técnico Rudis Gallo y espera que la Fesfut intente colaborar con él.
El tío de Baudilio, Erminio Guardado, vive en la casa al lado de los afectados y afirma: "Es una situación seria, pero pedimos que les ayuden y no los saquen de ahí. Confiamos también en Dios".